El movimiento de suelos es un proceso crucial en la industria de la construcción que implica la manipulación y redistribución de tierra, rocas y otros materiales terrestres para nivelar terrenos, crear pendientes, rellenar zonas bajas o excavaciones, y preparar el terreno para la construcción de estructuras. Este proceso puede incluir diversas actividades, como excavación, carga, transporte y compactación del suelo, realizadas mediante maquinaria especializada como excavadoras, bulldozers y compactadoras. El movimiento de suelos es fundamental en proyectos de construcción de carreteras, edificaciones, obras de ingeniería civil y paisajismo, entre otros, donde se busca adecuar el terreno según los requerimientos del diseño y garantizar una base sólida y estable para las estructuras a construir. Además de su importancia técnica, el movimiento de suelos también considera aspectos ambientales y de seguridad para minimizar impactos negativos en el entorno y proteger la integridad de los trabajadores y la comunidad.

